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Día 5: Sale el Sol

Después de los días de lluvia, el sol salió de nuevo.

 
 Amanecí en el hostal Alaska, menos elegante, pero más barato y más cómodo.

Lourdes, la administradora cubana, con la característica calidez latinoamericana fue de lo más solidaria, haciendome espacio en el hostal, cuidándome el equipaje y llamando a su amigo Leoni para que me acompañara a ver un piso.

   
Hubo un sol más propicio para las fotos.

Un quiosco de prensa típico.

El Palacio de Cibeles o de Comunicaciones, sede actual del Ayuntamiento de Madrid.

La fuente de Cibeles, ciertamente bella.
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El Paseo del Prado, ahora de día.

Por desgracia el paseo es interrumpido por esta horrible valla y esas construcciones improvisadas cuya función ignoro.

El paseo continúa.

Aunque pocos, también hay artesanos ambulantes.

En el centro de la Ciudad de México, cada cuadra hay dos puestos que venden este caballito de plástico que da vueltas gracias a una batería, este es el primero que veo en madrid y francamente espero no encontrarme con otro.

El edificio del Ministerio de Sanidad y Política Social.

Una cabina teléfonica típica... hasta ahora no he visto a nadie haciendo uso de ellas.

 En el Paseo del Prado uno se encuentra con el Caixa Forum, centro de exposiciones temporales, parece un edificio flotante, su fachada superior es de fierro oxidado, en el muro de la derecha colocaron un estupendo jardín vertical.


 La entrada al Real Jardin Botánico.

 La terminal de trenes de Atocha, de donde parten suburbanos y y rápidos foráneos.
 Acercamiento a la fachada.

 Un sector de la estación está en obras.

 Otras vistas de la estación.


El interior de la estación, donde aves, plantas, humanos y trenes conviven.

 
El Ministerio de Agricultura.

El interior de un vagón del metro.

Fui a ver un piso en un barrio cercano a la zona de la Puerta de Hierro, la habitación muy linda, pero la casa inaccesible para peatones.

También en Madrid hay vándalos urbanos.

En esta unidad habitacional de Vallecas intenté ver otro piso.

 La plaza de la Puerta del Sol parece ser un escenario habitual para los mariachis, esa tarde había dos diferentes, este sustituyó la trompeta por un acordión y no sonaba nada mal.

Por la noche, manifestación en la Puertadel Sol, por la libertad de los cubanos presos del imperio.